Spanish-English bilingual book
— Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o de escribir una tragedia, o de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él?
“If I ordered a general to fly from one flower to another like a butterfly, or to write a tragic drama, or to change himself into a sea bird, and if the general did not carry out the order that he had received, which one of us would be in the wrong?” the king demanded. “The general, or myself?”
— La culpa sería de usted —le dijo el principito con firmeza.
“You,” said the little prince firmly.
— Exactamente. Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar —continuó el rey. La autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis órdenes son razonables.
“Exactly. One must require from each one the duty which each one can perform,” the king went on. “Accepted authority rests first of all on reason. If you ordered your people to go and throw themselves into the sea, they would rise up in revolution. I have the right to require obedience because my orders are reasonable.”
— ¿Entonces mi puesta de sol? —recordó el principito, que jamás olvidaba su pregunta una vez que la había formulado.
“Then my sunset?” the little prince reminded him: for he never forgot a question once he had asked it.
— Tendrás tu puesta de sol. La exigiré. Pero, según me dicta mi ciencia gobernante, esperaré que las condiciones sean favorables.
“You shall have your sunset. I shall command it. But, according to my science of government, I shall wait until conditions are favorable.”
— ¿Y cuándo será eso?
“When will that be?” inquired the little prince.
— ¡Ejem, ejem! —le respondió el rey, consultando previamente un enorme calendario—, ¡ejem, ejem! será hacia… hacia… será hacia las siete cuarenta. Ya verás cómo se me obedece.
“Hum! Hum!” replied the king; and before saying anything else he consulted a bulky almanac. “Hum! Hum! That will be about — about — that will be this evening about twenty minutes to eight. And you will see how well I am obeyed!”
El principito bostezó. Lamentaba su puesta de sol frustrada y además se estaba aburriendo ya un poco.
The little prince yawned. He was regretting his lost sunset. And then, too, he was already beginning to be a little bored.
— Ya no tengo nada que hacer aquí —le dijo al rey—. Me voy.
“I have nothing more to do here,” he said to the king. “So I shall set out on my way again.”
— No partas —le respondió el rey que se sentía muy orgulloso de tener un súbdito—, no te vayas y te hago ministro.
“Do not go,” said the king, who was very proud of having a subject. “Do not go. I will make you a Minister!”
— ¿Ministro de qué?
“Minister of what?”
— ¡De… de justicia!
“Minster of — of Justice!”
— ¡Pero si aquí no hay nadie a quien juzgar!
“But there is nobody here to judge!”
— Eso no se sabe —le dijo el rey—. Nunca he recorrido todo mi reino. Estoy muy viejo y el caminar me cansa. Y como no hay sitio para una carroza…
“We do not know that,” the king said to him. “I have not yet made a complete tour of my kingdom. I am very old. There is no room here for a carriage. And it tires me to walk.”
— ¡Oh! Pero yo ya he visto… —dijo el principito que se inclinó para echar una ojeada al otro lado del planeta—. Allá abajo no hay nadie tampoco..
“Oh, but I have looked already!” said the little prince, turning around to give one more glance to the other side of the planet. On that side, as on this, there was nobody at all…
— Te juzgarás a ti mismo —le respondió el rey—. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un verdadero sabio.
“Then you shall judge yourself,” the king answered. “that is the most difficult thing of all. It is much more difficult to judge oneself than to judge others. If you succeed in judging yourself rightly, then you are indeed a man of true wisdom.”
— Yo puedo juzgarme a mí mismo en cualquier parte y no tengo necesidad de vivir aquí.
“Yes,” said the little prince, “but I can judge myself anywhere. I do not need to live on this planet.”
— ¡Ejem, ejem! Creo —dijo el rey— que en alguna parte del planeta vive una rata vieja; yo la oigo por la noche. Tu podrás juzgar a esta rata vieja. La condenarás a muerte de vez en cuando. Su vida dependería de tu justicia y la indultarás en cada juicio para conservarla, ya que no hay más que una.
“Hum! Hum!” said the king. “I have good reason to believe that somewhere on my planet there is an old rat. I hear him at night. You can judge this old rat. From time to time you will condemn him to death. Thus his life will depend on your justice. But you will pardon him on each occasion; for he must be treated thriftily. He is the only one we have.”
— A mí no me gusta condenar a muerte a nadie —dijo el principito—. Creo que me voy a marchar.
“I,” replied the little prince, “do not like to condemn anyone to death. And now I think I will go on my way.”
— No —dijo el rey.
“No,” said the king.
Pero el principito, que habiendo terminado ya sus preparativos no quiso disgustar al viejo monarca, dijo:
But the little prince, having now completed his preparations for departure, had no wish to grieve the old monarch.
— Si Vuestra Majestad deseara ser obedecido puntualmente, podría dar una orden razonable. Podría ordenarme, por ejemplo, partir antes de un minuto. Me parece que las condiciones son favorables…
“If Your Majesty wishes to be promptly obeyed,” he said, “he should be able to give me a reasonable order. He should be able, for example, to order me to be gone by the end of one minute. It seems to me that conditions are favorable…”
Como el rey no respondiera nada, el principito vaciló primero y con un suspiro emprendió la marcha.
As the king made no answer, the little prince hesitated a moment. Then, with a sigh, he took his leave.
— ¡Te nombro mi embajador! —se apresuró a gritar el rey.
“I make you my Ambassador,” the king called out, hastily.
Tenía un aspecto de gran autoridad.
He had a magnificent air of authority.
“Las personas mayores son muy extrañas”, se decía el principito para sí mismo durante el viaje.
“The grown-ups are very strange,” the little prince said to himself, as he continued on his journey.
XI
XI
El segundo planeta estaba habitado por un vanidoso:
The second planet was inhabited by a conceited man.
— ¡Ah! ¡Ah! ¡Un admirador viene a visitarme! —Gritó el vanidoso al divisar a lo lejos al principito.
“Ah! Ah! I am about to receive a visit from an admirer!” he exclaimed from afar, when he first saw the little prince coming.
Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.
For, to conceited men, all other men are admirers.
— ¡Buenos días! —dijo el principito—. ¡Qué sombrero tan raro tiene!
“Good morning,” said the little prince. “That is a queer hat you are wearing.”
— Es para saludar a los que me aclaman —respondió el vanidoso. Desgraciadamente nunca pasa nadie por aquí.
“It is a hat for salutes,” the conceited man replied. “It is to raise in salute when people acclaim me. Unfortunately, nobody at all ever passes this way.”
— ¿Ah, sí? —preguntó sin comprender el principito.
“Yes?” said the little prince, who did not understand what the conceited man was talking about.
— Golpea tus manos una contra otra —le aconsejó el vanidoso.
“Clap your hands, one against the other,” the conceited man now directed him.
El principito aplaudió y el vanidoso le saludó modestamente levantando el sombrero.
The little prince clapped his hands. The conceited man raised his hat in a modest salute.
“Esto parece más divertido que la visita al rey”, se dijo para sí el principito, que continuó aplaudiendo mientras el vanidoso volvía a saludarle quitándose el sombrero.
“This is more entertaining than the visit to the king,” the little prince said to himself. And he began again to clap his hands, one against the other. The conceited man again raised his hat in salute.
A los cinco minutos el principito se cansó con la monotonía de aquel juego.
After five minutes of this exercise the little prince grew tired of the game’s monotony.
— ¿Qué hay que hacer para que el sombrero se caiga? —preguntó el principito.
“And what should one do to make the hat come down?” he asked.
Pero el vanidoso no le oyó. Los vanidosos sólo oyen las alabanzas.
But the conceited man did not hear him. Conceited people never hear anything but praise.
— ¿Tú me admiras mucho, verdad? —preguntó el vanidoso al principito.
“Do you really admire me very much?” he demanded of the little prince.
— ¿Qué significa admirar?
“What does that mean — ‘admire’?”
— Admirar significa reconocer que yo soy el hombre más bello, el mejor vestido, el más rico y el más inteligente del planeta.
“To admire means that you regard me as the handsomest, the best-dressed, the richest, and the most intelligent man on this planet.”
— ¡Si tú estás solo en tu planeta!
“But you are the only man on your planet!”
— ¡Hazme ese favor, admírame de todas maneras!
“Do me this kindness. Admire me just the same.”
— ¡Bueno! Te admiro —dijo el principito encogiéndose de hombros—, pero ¿para qué te sirve?
“I admire you,” said the little prince, shrugging his shoulders slightly, “but what is there in that to interest you so much?”
Y el principito se marchó.
And the little prince went away.
“Decididamente, las personas mayores son muy extrañas”, se decía para sí el principito durante su viaje.
“The grown-ups are certainly very odd,” he said to himself, as he continued on his journey.
XII
ХII
El tercer planeta estaba habitado por un bebedor. Fue una visita muy corta, pues hundió al principito en una gran melancolía.
The next planet was inhabited by a tippler. This was a very short visit, but it plunged the little prince into deep dejection.
— ¿Qué haces ahí? —preguntó al bebedor que estaba sentado en silencio ante un sinnúmero de botellas vacías y otras tantas botellas llenas.
“What are you doing there?” he said to the tippler, whom he found settled down in silence before a collection of empty bottles and also a collection of full bottles.
— ¡Bebo! —respondió el bebedor con tono lúgubre.
“I am drinking,” replied the tippler, with a lugubrious air.
— ¿Por qué bebes? —volvió a preguntar el principito.
“Why are you drinking?” demanded the little prince.
— Para olvidar.
“So that I may forget,” replied the tippler.
— ¿Para olvidar qué? —inquirió el principito ya compadecido.
“Forget what?” inquired the little prince, who already was sorry for him.
— Para olvidar que siento vergüenza —confesó el bebedor bajando la cabeza.
“Forget that I am ashamed,” the tippler confessed, hanging his head.
— ¿Vergüenza de qué? —se informó el principito deseoso de ayudarle.
“Ashamed of what?” insisted the little prince, who wanted to help him.
— ¡Vergüenza de beber! —concluyó el bebedor, que se encerró nueva y definitivamente en el silencio.
“Ashamed of drinking!” The tippler brought his speech to an end, and shut himself up in an impregnable silence.
Y el principito, perplejo, se marchó.
And the little prince went away, puzzled.
“No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas”, seguía diciéndose para sí el principito durante su viaje.
“The grown-ups are certainly very, very odd,” he said to himself, as he continued on his journey.
XIII
XIII
El cuarto planeta estaba ocupado por un hombre de negocios. Este hombre estaba tan abstraído que ni siquiera levantó la cabeza a la llegada del principito.
The fourth planet belonged to a businessman. This man was so much occupied that he did not even raise his head at the little prince’s arrival.
— ¡Buenos días! —le dijo éste—. Su cigarro se ha apagado.
“Good morning,” the little prince said to him. “Your cigarette has gone out.”
— Tres y dos cinco. Cinco y siete doce. Doce y tres quince. ¡Buenos días! Quince y siete veintidós. Veintidós y seis veintiocho. No tengo tiempo de encenderlo. Veintiocho y tres treinta y uno. ¡Uf! Esto suma quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno.
“Three and two make five. Five and seven make twelve. Twelve and three make fifteen. Good morning. Fifteen and seven make twenty-two. Twenty-two and six make twenty-eight. I haven’t time to light it again. Twenty-six and five make thirty-one. Phew! Then that makes five-hundred-and-one million, six-hundred-twenty-two-thousand, seven-hundred-thirty-one.”
— ¿Quinientos millones de qué?
“Five hundred million what?” asked the little prince.
— ¿Eh? ¿Estás ahí todavía? Quinientos millones de… ya no sé… ¡He trabajado tanto! ¡Yo soy un hombre serio y no me entretengo en tonterías! Dos y cinco siete…
“Eh? Are you still there? Five-hundred-and-one million — I can’t stop… I have so much to do! I am concerned with matters of consequence. I don’t amuse myself with balderdash. Two and five make seven…”
— ¿Quinientos millones de qué? —volvió a preguntar el principito, que nunca en su vida había renunciado a una pregunta una vez que la había formulado.
“Five-hundred-and-one million what?” repeated the little prince, who never in his life had let go of a question once he had asked it.
El hombre de negocios levantó la cabeza:
The businessman raised his head.
— Desde hace cincuenta y cuatro años que habito este planeta, sólo me han molestado tres veces. La primera, hace veintidós años, fue por un abejorro que había caído aquí de Dios sabe dónde. Hacía un ruido insoportable y me hizo cometer cuatro errores en una suma.
“During the fifty-four years that I have inhabited this planet, I have been disturbed only three times. The first time was twenty-two years ago, when some giddy goose fell from goodness knows where. He made the most frightful noise that resounded all over the place, and I made four mistakes in my addition.
La segunda vez por una crisis de reumatismo, hace once años. Yo no hago ningún ejercicio, pues no tengo tiempo de callejear. Soy un hombre serio. Y la tercera vez… ¡la tercera vez es ésta! Decía, pues, quinientos un millones…
The second time, eleven years ago, I was disturbed by an attack of rheumatism. I don’t get enough exercise. I have no time for loafing. The third time — well, this is it! I was saying, then, five-hundred-and-one millions — ”
— ¿Millones de qué?
“Millions of what?”
El hombre de negocios comprendió que no tenía ninguna esperanza de que lo dejaran en paz.
The businessman suddenly realized that there was no hope of being left in peace until he answered this question.
— Millones de esas pequeñas cosas que algunas veces se ven en el cielo.
“Millions of those little objects,” he said, “which one sometimes sees in the sky.”
— ¿Moscas?
“Flies?”
— ¡No, cositas que brillan!
“Oh, no. Little glittering objects.”
— ¿Abejas?
“Bees?”
— No. Unas cositas doradas que hacen desvariar a los holgazanes. ¡Yo soy un hombre serio y no tengo tiempo de desvariar!
“Oh, no. Little golden objects that set lazy men to idle dreaming. As for me, I am concerned with matters of consequence. There is no time for idle dreaming in my life.”
— ¡Ah! ¿Estrellas?
“Ah! You mean the stars?”
— Eso es. Estrellas.
“Yes, that’s it. The stars.”
— ¿Y qué haces tú con quinientos millones de estrellas?
“And what do you do with five-hundred millions of stars?”
— Quinientos un millones seiscientos veintidós mil setecientos treinta y uno. Yo soy un hombre serio y exacto.
“Five-hundred-and-one million, six-hundred-twenty-two thousand, seven-hundred-thirty-one. I am concerned with matters of consequence: I am accurate.”
— ¿Y qué haces con esas estrellas?
“And what do you do with these stars?”
— ¿Que qué hago con ellas?
“What do I do with them?”
— Sí.
“Yes.”
— Nada. Las poseo.
“Nothing. I own them.”
— ¿Que las estrellas son tuyas?
“You own the stars?”
— Sí.
“Yes.”
— Yo he visto un rey que…
“But I have already seen a king who — ”
— Los reyes no poseen nada… Reinan. Es muy diferente.
“Kings do not own, they reign over. It is a very different matter.”
— ¿Y de qué te sirve poseer las estrellas?
“And what good does it do you to own the stars?”
— Me sirve para ser rico.
“It does me the good of making me rich.”
— ¿Y de qué te sirve ser rico?
“And what good does it do you to be rich?”
— Me sirve para comprar más estrellas si alguien las descubre.
“It makes it possible for me to buy more stars, if any are discovered.”
“Este, se dijo a sí mismo el principito, razona poco más o menos como mi borracho”.
“This man,” the little prince said to himself, “reasons a little like my poor tippler…”
No obstante le siguió preguntando:
Nevertheless, he still had some more questions.
— ¿Y cómo es posible poseer estrellas?
“How is it possible for one to own the stars?”
— ¿De quién son las estrellas? —contestó punzante el hombre de negocios.
“To whom do they belong?” the businessman retorted, peevishly.
— No sé… De nadie.
“I don’t know. To nobody.”
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